53° Aniversario de la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy “Luces y sombras”

Perico 9 de febrero del 2022 // La institución merece absoluto reconocimiento como la principal organización del sector privado jujeño, en términos distributivos, ya que el cooperativismo permite desde la solidaridad y reciprocidad, superar las limitaciones que la realidad impone a los emprendimientos individuales.

La Empresa fue fundada en el año 1969 para la Compra, Proceso y Comercialización de Tabaco Flue Cured Virginia; en 1975 se convirtió en la primera exportadora de Tabaco Virginia de Argentina. La empresa supo generar utilidades a mas de 2.200 asociados, convirtiéndose en un modelo de generación y distribución de recursos con alto impacto social.

La Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy logró consolidarse como uno de los pilares económicos de la Provincia durante varias décadas, elevando la calidad de sus tabacos a niveles de excelencia mundial, sin embargo, se ciernen sobre su horizonte un cúmulo de desafíos, que, como tantos obstáculos antes superados, hoy deben debatir.

La retracción en superficie de siembra es significativa, desde aquellas 19.600 hectáreas con 44 millones de kilogramos de acopio en los valles, la actividad se contrajo de manera constante durante la última década hasta rondar las 12.200 hectáreas en la actualidad. La Cooperativa, fué el principal engranaje del cultivo, proceso y comercialización de tabaco en la región; llegando a ser el actor central en la fijación del precio del producto.

Las fluctuaciones macroeconómicas han desestabilizado las finanzas de centenares de asociados que optaron por otros cultivos y actividades comerciales; la complejidad, los términos propios de un sistema competitivo, insumos dolarizados, escasez de financiamiento, entre otros factores que intervienen en la ecuación doméstica, derivaron una natural concentración, que fue expulsando a los productores vulnerables hacia otras actividades.

Los temas que enfrenta la empresa pionera, se circunscriben desde luego a gestiones en busca de recuperar rentabilidad, para ello apuntan a bajar las retenciones de una producción injustamente gravada como actividad primaria. Sin dudas es el principal foco de atención, más cuando el Indice de Producción Industrial IPI publicó el aumento del 13,6% para productos de tabaco en exportaciones durante el 2021, dato que indica una demanda sostenida en los próximos años.

Pero más allá de luchar por disminuir o eliminar los 12 puntos de retención, la cooperativa como agente central de la actividad, enfrenta junto a toda la cadena de valor del sector, nuevos debates, los cuales ya son palpables, pero hoy están en la mesa principal, nos referimos al cambio climático y la expansión urbana, esta última corrió la frontera agrícola comprimiéndola en espacios reducidos, donde debe replantearse la lucha antigranizo, políticas de conservación del suelo, gestión del manejo de los recursos hídricos y el inexorable proceso de mecanización de la actividad que achicará cada vez más la demanda laboral menos calificada.

Sin dudas el ADN de aquellos visionarios que pusieron en pié la producción tabacalera, encontrará en las generaciones presentes, el mérito de la continuidad de la actividad.