El descenso del valor de los fertilizantes comienza a brindar alivio al negocio agrícola

 El descenso del valor de los fertilizantes comienza a brindar alivio al negocio agrícola

Luego de haber tocado máximos de entre 1300 y 1400 dólares por tonelada a principios del otoño, el precio de la urea retrocedió a niveles de entre 1050 y 1100 dólares.

“El precio de la urea cayó y hoy se consigue a US$1050/1100 por tonelada, luego de haber tocado picos de US$1300/1400 a principios de otoño”, afirma Enrique Bayá Casal, titular de la agronomía homónima. El nuevo valor es consecuencia de bajas del orden de los US$200 por tonelada en el mercado internacional por mayor oferta y menor demanda, a lo que se suma el aporte de la producción local.

Los fertilizantes fosfatados también bajaron levemente en el mercado internacional, pero “se mantienen estables en el mercado interno, con valores de US$1450 por tonelada, por las dificultades existentes para conseguir permisos para importar”, dice Bayá Casal.

En fitosanitarios, la situación no muestra cambios en las últimas semanas. “Los valores en el mundo siguen altos, con la producción china demorada por la reaparición del Covid y por la congestión del puerto de Shanghái, que atrasa los arribos un mes respecto de lo pactado”, señala el empresario. Internamente, la oferta es ajustada con relación a la demanda y hay muchas quejas por la lentitud en otorgar permisos de importación, lo que generó escasez de algunos productos como flurocoridona.

Semillas en la mira

Otros herbicidas que tenían disponibilidad limitada a principios de otoño van apareciendo a medida que llegan contenedores a los puertos, como cletodim y paraquat. Los precios son semejantes a los del fin de la campaña previa, excepto para atrazina y smetolacloro.

La bolsa de semilla de trigo se vende a US$24, con un empujón de demanda en los últimos días, cuando el mercado superó los US$350 por tonelada para la posición diciembre. Las bolsas de semilla de maíz van de 120 a 180 dólares según el híbrido. Bayá Casal nota buena demanda por parte de los productores del cereal que, no obstante, están monitoreando la evolución del precio de la urea. “Si el grano sigue firme se puede pensar en un área de siembra parecida a la de la campaña pasada, que va determinar una situación ajustada entre oferta y demanda de semilla”, adelanta.

Hay poca oferta de semilla de girasol porque hubo tormentas en la época de cosecha. En el mercado se nota una demanda aumentada por el precio de venta de la oleaginosa –más de US$650 por tonelada–, en tanto que los semilleros van liberando cupos que se agotan enseguida, pese a que la bolsa de 180.000 semillas se vende a 300 dólares. Por Carlos Marin Moreno

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