Ahora eliminación de subsidios de tarifas pero sin shock

—¿Cómo vivió el Gobierno los cacerolazos? 

—Durmiendo… 

El diálogo entre un periodista y una fuente de estrechísima confianza del presidente Javier Milei grafica el ánimo con el que el Gobierno encarará la última semana del año tras el llamado a extraordinarias que concentrará las energías en el Congreso y del megadecreto que sacudió a la política.

El mega-DNU no será negociado de ninguna manera por el máximo referente del Gobierno y si bien en La Libertad Avanza ya se escucharon voces críticas, existe “muchísima confianza” de que no habrá rechazo en el Congreso, un terreno hostil para el frente libertario, pero que contará con una apuesta: aprobar un único proyecto de ley de reforma tributaria, la eliminación de la fórmula jubilatoria y las modificaciones en el  sistema electoral, con la eliminación de las PASO y la implementación de la boleta única. 

El propio Milei expresó el ánimo imperante en el brindis de fin de año con periodistas en la Casa Rosada. “Lo vamos a lograr”, dijo.   

El Presidente y su equipo de trabajo creen que el sindicalismo “ladra”, y se muestran confiados en que la aplicación del Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich ordenará el espacio público y la protesta social. No en vano, la ministra de Seguridad fue la acompañante de Milei ayer por la noche en la Mesa de Mirtha Legrand, tal como había anticipado PERFIL.

No está dentro del menú de posibilidades de Milei torcer ni morigerar el rumbo por las protestas de las organizaciones sociales, o la marcha que la CGT hará el próximo miércoles a Tribunales. 

“Quienes se opongan al DNU quedarán en evidencia ante la sociedad, pues serán los sedientos del poder quienes impedirán la libertad individual”, la frase pertenece a un posteo que compartió el Presidente en redes.

Mientras las energías se concentran en la Bicameral de DNU y en el tratamiento legislativo de un paquete de leyes que incluye la reposición de Ganancias, Milei demora su agenda internacional aunque con la certeza de que en enero próximo pisará suelo suizo para participar en el Foro Económico Mundial de Davos. No hay certezas sobre su visita al Papa, a Ucrania o a Israel.  

Al mismo tiempo el Gobierno trabaja en incluir a Hamas, dentro de la lista de organizaciones terroristas. El propio Milei lo reconoció en redes, vía por la cual se está expresando en los últimos días.   

En tanto el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, continúa trabajando en una serie de medidas de las que poco se sabe. Pese a ello, el ministro está totalmente enfocado en alcanzar el equilibrio fiscal y de las cuentas públicas. 

Caputo ha monitoreado las licitaciones de deuda y ha celebrado con entusiasmo los resultados a sabiendas de que el camino que resta por delante es mucho. En el quinto piso, celebran a su vez la reducción de la brecha que se redujo drásticamente, pese al sostenimiento del cepo. 

El ministro que tuvo la tarea de devaluar con el objetivo de sincerar el tipo de cambio se ha reunido en por lo menos dos veces con una persona clave en el Gobierno: Federico Sturzenegger, el principal ideólogo del megadecreto. Caputo y el extitular del BCRA han conversado acerca de la marcha de la economía y de la necesidad de alcanzar el déficit cero con el objetivo de utilizar la política fiscal como ancla inflacionaria. 

Milei conversa con asiduidad con su ministro de Economía e incluso coordinan qué es lo que Caputo dirá en las entrevistas que viene dando, en las que explica las medidas anunciadas en la primera semana de gobierno. 

El Presidente mantiene los encuentros con Caputo en su despacho de la Casa Rosada, aunque solo una vez se trasladó hasta el Palacio de Hacienda.  

En el área de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo, se evalúa eliminar subsidios a la tarifa energética de manera escalonada y como una forma de atenuar el impacto en los bolsillos. 

“No va a haber shock tarifario”, explicó una fuente, aunque todo está en análisis. Lo mismo podría suceder en el área de Transporte, aunque pertenece a otra cartera. 

Más allá de las medidas que se estén evaluando en el plano económico, también se trabaja en lo simbólico. En Casa Rosada reconocen que se evalúa la reducción de los salarios de los funcionarios públicos. Hay dos opciones: o bien se congelan las dietas (la inflación haría el trabajo de licuarlas) o bien se reducen nominalmente.