Inflación y dólar: las cuentas que salieron mal en la recta final hacia las elecciones

La cuentas salieron mal. En la recta final hacia las elecciones generales, cuando justamente el Gobierno apostaba a mostrar señales, aunque más no fuera leves de desaceleración inflacionaria y una meseta en el tipo de cambio, hubo dos datos demoledores.

El Indec confirmó el segundo mes consecutivo con un IPC de dos dígitos, pero cantó retruco porque ese 12,7% fue el más alto del año, de la gestión de Sergio Massa, del gobierno de Alberto Fernández; según la consultora Libertad y Progreso fue la mayor inflación anual en 32 años.

La proyección a futuro de ese 12,7% es desoladora. En septiembre no hubo aumento de tarifas ni de combustibles pero a fines de este mes vence el acuerdo de Precios Justos con las petroleras y cualquier movimiento en los surtidores derrama fuerte y rápidamente en toda la economía. De hecho, PERFIL viene advirtiendo sobre los faltantes que hay en algunas zonas del país. Esta semana, de hecho, hay compañías que subieron los precios por encima del tope del 5% previsto en la letra del acuerdo y en muchas zonas de CABA y Buenos Aires hubo estaciones de servicio con  faltantes, que terminaron complicando el suministro de YPF que se vio recargada en la demanda y no modificó los precios (ver página 6).

El otro tema es que los valores de los alimentos siguen disparándose y eso complica a los sectores más vulnerables.  De todos modos, en esta mirada no coinciden las cuentas del Indec con las del equipo económico, que insiste en que ve una desaceleración semana a semana. Así lo dijo el viceministro Gabriel Rubinstein como se refleja en esta edición.

Desde la perspectiva del gabinete que conduce Massa, el Indec toma promedio de cuatro semanas de septiembre y cuatro semanas de agosto y quedarà arrastre negativo para octubre. De hecho el REM (las consultoras que le informan sus proyecciones al Banco Central) vislumbra una inflación de un dígito para el mes electoral. Esta semana, tras conocerse el dato oficial de IPC, el BCRA volvió a subir la tasa de interés en un intento por evitar también el desarme de plazos fijos.

El combo de medidas proconsumo lanzada por Massa en agosto, tras la devaluación del 20% posPASO tuvo poco efecto desacelerador, aunque en el gabinete económico prefieren mirarlo de otro modo. Fuentes cercanas al ministro enfatizaron que del 12,7% en realidad el consumidor promedio pagó 11%, porque la devolución del IVA baja los precios aunque, desde esta perspectiva, no se refleje en la medición del Indec, aunque sí en el bolsillo.

Finalmente: el dólar blue a 1.010 pesos.

No hubo operativo que la AFIP no dejara de instrumentar esta semana en cuevas y financieras. Pero ni siquiera la detención del croata dueño de Nimbus (la mayor cueva de la city porteña), hizo magia porque el jueves la cotización marginal cerró a 980 pesos. Es cierto que fue la primera baja en 16 jornadas consecutivas, pero con un feriado XXL hay muchísimas expectativas por lo que ocurrirá el martes, en las últimas operaciones antes de concurrir a las urnas, el próximo domingo para elegir presidente.

La Policía Federal y la Aduana allanaron Nimbus y encontraron evidencia de operaciones ilícitas con divisas, informaron fuentes de Economía. El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi fue quien autorizó los allanamientos que estuvieron a cargo de la Policía Federal y de la Aduana.

En el equipo económico dejaron trascender que por ahora no se habría detectado que la corrida haya ido a precios. “Por ahora no detectamos ni desabastecimiento ni que haya traslado a listas”. No sería la misma película que ven otros especialistas que ya hablan de un piso de 190% para la suba anual. Tampoco el Fondo ve una baja inflacionaria en Argentina  y lo dejó por escrito en su último informe técnico regional (ver página 6).

En lo que va de este año, el dólar blue acumula una suba de $ 634. Y si bien es un mercado de un volumen de operaciones marginal en relación a los financieros por ejemplo; es la referencia a la hora de fijar contratos o reponer mercadería. No parece tratarse únicamente de relatos diferentes sobre lo que pasa, sino de datos que hablan por sí mismos de una economía que viene crujiendo desde hace años y que sin duda, se colará en la urnas el próximo domingo.